Podcast: Amanecer con Dios – Hebreos 13-4

Dr. Daniel L. Bustamante
Reflexiones de un minuto para escuchar todo el dia

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«Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros, los juzgará Dios.»

Cuando el escritor habla de que en todos, sea honroso el matrimonio, yo pienso que este es un mensaje para nuestros días, cuando el matrimonio está desprestigiado, por los malos ejemplos, por la infidelidad, por el mal trato, por el egoísmo y el orgullo de los mismos cónyuges. Si se cansa del esposo o de la esposa, ya encontrará reemplazante y esto lo juzgará Dios.

Las formas de pensamiento humanas, tratan siempre de justificar conductas, especialmente, cuando esas conductas son las nuestras. Si un matrimonio está viviendo una situación deteriorada, el camino más fácil es la separación, no importa si hay hijos en el medio que van a sufrir. A muchos no les interesa trabajar en una solución y buscar alguna autoridad que pueda aconsejarnos.

Alguien que nos haga pensar en el hecho de que el matrimonio es un trabajo de todos los días, donde cada uno debe cumplir su rol de dar amor en las peores circunstancias, aunque el otro no lo haga. Por supuesto que esto solo es posible cuando el amor de Dios está en el corazón de cada integrante de la pareja. La situación de quién no conoce a Dios como una experiencia real, no tiene esperanza de soluciones verdaderas.

La separación puede tener muchas razones, algunas válidas y otras son solo producto de la ambición de poder tener aventuras, conocer a alguien que pudiese satisfacer aquellas cosas que no se encuentran en sus matrimonios. Muchas personas simplemente son los conquistadores de popularidad, que creen que el éxito está, en la cantidad de conquistas que puedan conseguir. El engaño cuando es descubierto solo puede traer tristeza y el engañado siente el dolor de la traición.

¿Dónde quedó todo el amor que dijeron tenerse frente al altar cuando hay dificultades. Lo más fácil es escapar y Dios quiere que luchemos, trabajemos y defendamos ese amor. Muchos de los problemas vienen por relaciones demasiado cercanas (a veces sin límite) entre compañeros de trabajo o de estudio, que terminan en relaciones inmorales que juzgará Dios.

¡Señor ayúdame para trabajar en mi matrimonio, para honrarte cada día!

Hebreos 13:4

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