Podcast: Amanecer con Dios – Santiago 5-18

Dr. Daniel L. Bustamante
Reflexiones de un minuto para escuchar todo el dia

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Y otra vez oró y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

Santiago 5-18. Desde el verso 13 en adelante Santiago habla de la oración, aquí está la respuesta a otra oración y me llama la atención con que naturalidad la Sagrada Escritura dice…y “el cielo se abrió”. Cuando Jesús fue bautizado; orando, el cielo se abrió. El cielo no se abre ante cualquier oración, La Biblia tiene algunas condiciones para que el cielo se abra.

No son oraciones de costumbre o por tradiciones, no son las repeticiones de alguien, es tiempo en la Presencia de Dios. En Exodo 32:11 Moisés oró en Presencia de Jehová, en I Reyes 13:6 el rey pide al varón de Dios que ruegue ante la Presencia de Jehová, en II Reyes 13:4 Joacaz oró en Presencia de Jehová y Jehová lo oyó, porque miró la aflicción de Israel….Los cielos se abren cuando Dios vé la aflicción de los suyos.

Ana con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente en I Samuel 1:10 “Si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva…” Los cielos se abren cuando las circunstancias nos llevan al temor. En II Reyes leemos cuando Eliseo ora por su siervo “Te ruego Dios que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo”.

Los cielos se abren cuando somos obedientes a la promesa del Salmo 72:12 “El librará al menesteroso que clamare y al afligido que no tuviere quien le socorra”. Los cielos se abren cuando somos constantes en la oración y no dejamos de orar porque la respuesta tarda en venir. En I Samuel 12:23, Samuel dice “Lejos esté de mí que peque yo contra Jehová dejando de rogar por vosotros;”.

Dejar de orar es pecar contra Dios, es cortar nuestro diálogo permanente con El. Cuando aflojamos en nuestra fe la primera señal que debe alertarnos, es que dejamos de orar al Señor. Dios le dice en Jeremías 7:16-17, que no ore por el pueblo entregado a la idolatría desafiando a Dios, porque El no oirá.

Los cielos se abren cuando somos agradecidos en I Samuel 1:27, Ana ora a Dios, y le dice “por este niño oraba…”. Dios se agrada de nosotros cuando somos agradecidos por sus muchas bendiciones. En S.Lucas 3:21 cuando Jesús fue bautizado, orando el cielo se abrió.

¡Señor ayúdame a orar de esta manera!

Santiago 5-18

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