Entre el cielo y las urnas: Milei bendice al templo evangélico más grande de Argentina y lanza un mensaje conservador en Chaco

Entre el cielo y las urnas: Milei bendice al templo evangélico más grande de Argentina y lanza un mensaje conservador en Chaco

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La noche del sábado 5 de julio, bajo una carpa blanca con capacidad para 15 mil personas repleta hasta las gradas, el presidente Javier Milei pisó por primera vez la provincia de Chaco como mandatario. No fue para inaugurar una fábrica ni un hospital, sino para bendecir —con su presencia y un discurso cargado de simbolismo religioso— el templo evangélico Portal del Cielo, la mega-sede de la Iglesia Cristiana Internacional, considerada la más grande de Argentina.

El evento, que cerró el Congreso Mundial “Invasión del Amor de Dios”, reunió a pastores de 66 países, al gobernador radical Leandro Zdero y a una multitud que ovacionó al presidente cuando subió al estrado con su típica melena desalineada y una Biblia en la mano izquierda.

El Presidente será parte de la inauguración de un templo evangélico con capacidad para 18.000 personas (Foto: Gentileza Diario Norte).

Una liturgia liberal: entre el “estado diabólico” y la “cultura de la vida”

Milei no vino a improvisar. Durante 28 minutos, entrelazó versículos del Antiguo Testamento con pasajes de Hayek y Mises, para construir un sermón que parecía más un acto de campaña que una homilía.
“El estado no es neutral; cuando se convierte en ídolo, se vuelve una representación del maligno”, lanzó, citando 1 Samuel 8 y Lucas 4:5 para describir al Estado como el “becerro de oro moderno”. Y fue más allá: calificó la justicia social como “un pecado capital disfrazado de virtud”, argumentando que viola el mandamiento “no robarás” al redistribuir la riqueza.
El público, que agitaba pañuelos celestes con la consigna “Argentina ungida”, respondió con cánticos de “¡Sí, Señor!”. A metros del estrado, el pastor Jorge Ledesma —fundador de la iglesia y autoproclamado “apóstol”— asentía. Ledesma, quien afirma haber convertido $100 mil pesos en dólares por “un milagro financiero”, cerró el congreso pidiendo “una Argentina que escuche a Dios a través de su presidente”.

Los números detrás del fenómeno evangélico

Portal del Cielo no es solo un templo: es un emporio espiritual. Construido en diez años con financiamiento “en efectivo”, el complejo incluye un centro de convenciones, estudios de televisión y hasta una escuela de liderazgo. La congregación local reúne 25 mil fieles semanales y su red global —que incluye 166 iglesias en 57 países— llega a 50 mil miembros.
Durante la pandemia, la iglesia repartió 80 toneladas de alimentos; hoy, gestiona 30 comedores comunitarios. “No somos solo alabanza; somos respuesta social”, aseguró Ledesma a Crónica Investigativa.

El evento tiene entradas de $30.000 y $100.000 (Foto: Gentileza Data Chaco).

Cruzada cultural o estrategia electoral?

Para analistas como el sociólogo religioso Mariano Frías, la visita de Milei es “un guiño calculado al 20% de evangélicos en Chaco, donde La Libertad Avanza no tiene intendentes”. Frías advierte: “El presidente necesita estos votos para las legislativas de octubre. Es la primera vez que un presidente argentino se arrodilla ante un altar evangélico”.
No todos celebran. El pastor Norberto Saracco, de la Alianza Cristiana Evangélica (ACIERA), criticó: “El púlpito fue prestado para un acto partidario que distorsiona el Evangelio”. Mientras tanto, desde el obispado local, monseñor Vicente Bokalic pidió “no mezclar el Reino de Dios con el reino de los hombres”.

Epílogo: entre la gloria y la grieta

Al finalizar, Milei se sacó la chaqueta y caminó entre los fieles. Una mujer le tendió un bebé para la foto; otro le pidió oración por su empresa. “Vamos a construir una Argentina que sea luz para el mundo”, arengó antes de partir en helicóptero rumbo a Buenos Aires.
En el estacionamiento, mientras se apagaban las luces, un grupo de jóvenes guardó sus banderas celestes. “No importa si es política o fe. Lo que vimos hoy fue un milagro”, dijo uno. Tal vez el verdadero milagro sea que, por primera vez en la historia argentina, el cielo y las urnas compartan el mismo escenario.

 

Escrito por Kimi

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